One Laptop per Child –un computador portátil por niño– fue un reto de la tecnología, es una apuesta por el futuro de los países del tercer mundo y un inmenso apoyo a la educación. Nicholas Negroponte, cofundador del proyecto y director del MIT Media Laboratory, no sólo buscó cautivar la “avaricia” de algunos amantes de la tecnología de punta o saciar a los aficionados a los aparatos electrónicos. Su meta fue aún más ambiciosa, más compleja y humana: quiso darle a cada niño de un país no industrializado un computador portátil robusto, de bajo costo, que necesitara poca energía y que permitiera enseñar, explorar y conocer el mundo. Lo logró. |